Olvido

Todo pasa ... también la vida ... y llega el olvido.

Del amor se pasa al desamor ... y hasta el desamor pasa.

El tiempo sirve de bálsamo a las herídas ke las ingratitudes nos hacen en el alma,

él cicatriza el mal y cierra la llaga rebelde y tenaz donde fructificaba el desamor.

Y así también, lentamente, echamos olvido sobre akel de kien habíamos hecho un ídolo ...
y ke no mereció ser más ke arena bajo nuestro pie.

Le creíamos bondad y fue saeta, le creíamos nuestro y no fue sikiera dueño del amor ke le regalabamos, ya ke abrió las manos y lo dejó caer a tierra, hecho trizas, ya ke olvido la ternura y obedecio a la mezkinidad, ya ke llevó en el alma ni un reflejo del amor ke le dimos.

Ídolo de barro, mas como en la vida nada se pierde, de ese barro amasamos e nuevo pedestal donde el ídolo verdadero y definitivo se levanta desafiante y estable.

Llevamos a la rastra nuestros recuerdos.

Nos empeñamos en olvidar, nos refugiamos en nuestra voluntad, pedimos ayuda al olvido, mas el recuerdo tenaz vive en nosotros, si le negamos el corazón, nos invade por la frente.

Vamos llevando el recuerdo como leño sobre el hombro, por los caminos de la vida ...

Mas, un día!... Todo el ke amó y lloró, lo sabe... Un día llega el amor verdadero, el ke se encuentra una sola vez en la vida... Como la mágia del embrujo, su mano o su beso mata en el alma el recuerdo fatal...

Sentimos la vida aumentada en nuestro vigor, la sangre crecer en las arterias.

El sol vuelve a dorar el alma...El ídolo de bronce suena a campanas!.

No te alegres de haber sido ingrato, no te alegres de haber costado lágrimas, no te alegres, alma pekeña, de haber vuelto la espalda, porke donde el olvido cupo, Dios puso una bendición y a todo akel ke fue castigado con la ingratitud le brinda el don divino del sublime amor ...

No te alegres, porke tal vez kedes con la esterelidad en el alma, como entraña maldecida...

Alguien ha dicho: "Nadie te puede hacer más mal ke el ke tú mereces , ingrato, vive sin cuidado"